Ese era el mensaje que utilizaron los americanos para reclutar nuevos marines y soldados para la armada norteamericana, la U.S. ARMY. Ahora nos toca a nosotros.
TE QUEREMOS.
Comienza el reclutamiento para la batalla del 23 de junio en Madrid. Cuanto más seamos antes ganaremos la batalla. Se precisa buena formación física (la garganta ha de estar perfecta), vestir con el uniforme de guerra que cada uno lleve al Santuario de Nervión (bandera, bufanda, trompeta, gorra, artículo de amuleto…), soñar cada noche con el campo de batalla, entonar cada día el Himno de nuestro Centenario, nuestro Glorioso Centenario, tener confianza y seguridad en los Gladiadores de Nervión, apoyar en todo momento las decisiones de nuestros estrategas (Juande, Monchi y Del Nido…)
Hay dos maneras para apuntarse a este ejército Carmesí:
1) Si se desea luchar en el campo, asustar al enemigo con el mosaico mejor construido de la Historia de la Copa del Rey y entonar los cánticos sevillistas para llevar en volandas a los Gladiadores de Nervión, se debe tener el carnet militar con una antigüedad de dos años. Ha de emplazarse en las taquillas del Santuario según el horario estipulado para recoger su entrada al campo de batalla.
2) Si sólo quiere acompañar al ejército, sentir el calor de la Guerra, oír el sonido de las ballestas de las bufandas, ver el colorido del Tsunami Carmesí, viaje hasta Madrid, hasta el barrio de Concha Espina. Allí se moverá al son de los corazones sevillistas.
TE QUEREMOS, sevillista. Vamos a Madrid. Invadamos Madrid. Hagamos gala de nuestra sevillanía y pregonemos con honor y dignidad la Ciudad de la que venimos. Vistamos la triste y gris Madrid en una Ciudad rojiblanca. La Cibeles no se parecerá en la vida tanto a la diosa de la Puerta Jerez. Vamos a Madrid. Anulemos al rival con sólo pronunciar nuestro nombre: SEVILLA. Colguemos nuestra bandera del Centenario en cada asiento, palco y grada del Santiago Bernabéu. Cantemos todos juntos los cánticos de guerra, los cánticos que elevan al Sevilla Fútbol Club a lo más alto, a la Gloria.
Ya se oyen los tambores de guerra. ¿Los oyes? Están dentro de tu corazón. Comienza el reclutamiento, comienza la Guerra menor.
Vamos mi Sevilla, vamos campeón...
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