Por muy difícil que te lo pongan no tires la toalla, Sevilla. Por mucho que quieran arrebatarle al equipo que verdaderamente se la merece la Liga nunca abandones lo que persigues.
Hay esperanza, estamos a dos puntos del actual líder, el R.Madrid, que ayer volvió a empatar in-extremis, y del Barcelona, que también empató en el derbi catalán frente al Espanyol.
Nosotros también empatamos, con incidencias más que notables, como las bajas ya sabidas de la doble K, y las inesperadas de Adriano a los 10 minutos de encuentro y de Jesús Navas minutos antes de comenzar el mismo.
Así que, además de enfrentarse a un buen equipo, el Sevilla tuvo que hacerlo también frente a bastantes adversidades.
El Mallorca dominó llevando el ritmo de partido, pero no consiguió batir la meta de Andrés Palop. También Moya, el portero del Mallorca, estuvo fino en la noche de ayer.
Por último, cabe destacar también la mala actuación, para no variar, de Iturralde González, el árbitro, que se tragó tres claros penaltis en área mallorquinista, que pudieron haber valido su peso en oro, ya que hubieran significado el liderato.
A pesar de no haber conseguido la victoria, la jornada que viene será más que trepidante, seguro. Ojalá lo sea porque finalice con sorpresa. Jugamos en casa frente a un gran equipo, el Villarreal, y nuestro estadio, la Fábrica de Sueños, estará a rebosar de ilusión, ilusión por un equipo, por un escudo, por unos colores, por un himno.Ilusión por conseguir algo que, jamás, se pasó por nuestras cabezas a principio de temporada y que ahora puede convertirse en realidad, aunque muchos lo quieran dar por perdido.
¡Vamos Sevilla!
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