Bienvenido Aitor.
Has nacido una tarde de otoño, la estación de las cosechas. Tú padre Antonio, dejó sembrado para ti un campo de esperanzas e ilusiones que por desgracia no te podrá ayudar a recoger.
Tiempo tendrás de saber, que tu nombre, de origen vasco, significa en euskera, precisamente eso, padre. A medida que crezcas, al amor de tu madre, de tus familiares y amigos, irás conociendo quien fue y lo que significó ese que hoy por hoy, al lado de tu cuna es dramática ausencia.
Poco a poco, a medida que vayas teniendo capacidad de sentir, los colores blanco y rojo irán adquiriendo significación. Gracias al que hoy no puede coger tu mano, ni besar tus mejillas, ni mirar con gratitud a tu madre Mar por haberte traído, has heredado una gran familia.
A partir de hoy, miles de corazones, que han latido de forma distinta desde que Antonio Puerta, tu padre, no está, se preparan para hacerte un hueco, un rinconcito donde nostalgia y recuerdo se fundan, volviéndose interés y simpatía hacia ti.
Serán muchas las camisetas que con el número dieciséis, su número, luzcas a partir de hoy. Te gustaran más o menos, hasta que llegue una cuyo significado comprendas. Entonces Aitor, solo entonces, llegarás a conocer lo que cantaron las lenguas antiguas, lo que tu progenitor trágica y prematuramente desaparecido, compartió con la afición de Nervión, entenderás lo que es ser y sentirse sevillista.
Pero hasta que ese momento llegue, crece y déjate querer. Vienes a llenar en parte un enorme vacío en el corazón de tu madre, algo de ausencia en el de tus abuelos y un mucho de nostalgia entre los familiares y amigos de aquél que por mor del infortunio, no podrá ayudarte a crecer.
Llegas en buen momento y poco a poco irás apreciando tu legado y la responsabilidad que llevar tu apellido significa. No hay prisa, crece Aitor, recibe y comparte el amor que a partir de este momento reinará a tu alrededor y se feliz, porque eres hijo de uno que como pocos hizo bueno el aforismo: Sevillista hasta la muerte.
Has nacido una tarde de otoño, la estación de las cosechas. Tú padre Antonio, dejó sembrado para ti un campo de esperanzas e ilusiones que por desgracia no te podrá ayudar a recoger.
Tiempo tendrás de saber, que tu nombre, de origen vasco, significa en euskera, precisamente eso, padre. A medida que crezcas, al amor de tu madre, de tus familiares y amigos, irás conociendo quien fue y lo que significó ese que hoy por hoy, al lado de tu cuna es dramática ausencia.
Poco a poco, a medida que vayas teniendo capacidad de sentir, los colores blanco y rojo irán adquiriendo significación. Gracias al que hoy no puede coger tu mano, ni besar tus mejillas, ni mirar con gratitud a tu madre Mar por haberte traído, has heredado una gran familia.
A partir de hoy, miles de corazones, que han latido de forma distinta desde que Antonio Puerta, tu padre, no está, se preparan para hacerte un hueco, un rinconcito donde nostalgia y recuerdo se fundan, volviéndose interés y simpatía hacia ti.
Serán muchas las camisetas que con el número dieciséis, su número, luzcas a partir de hoy. Te gustaran más o menos, hasta que llegue una cuyo significado comprendas. Entonces Aitor, solo entonces, llegarás a conocer lo que cantaron las lenguas antiguas, lo que tu progenitor trágica y prematuramente desaparecido, compartió con la afición de Nervión, entenderás lo que es ser y sentirse sevillista.
Pero hasta que ese momento llegue, crece y déjate querer. Vienes a llenar en parte un enorme vacío en el corazón de tu madre, algo de ausencia en el de tus abuelos y un mucho de nostalgia entre los familiares y amigos de aquél que por mor del infortunio, no podrá ayudarte a crecer.
Llegas en buen momento y poco a poco irás apreciando tu legado y la responsabilidad que llevar tu apellido significa. No hay prisa, crece Aitor, recibe y comparte el amor que a partir de este momento reinará a tu alrededor y se feliz, porque eres hijo de uno que como pocos hizo bueno el aforismo: Sevillista hasta la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario