ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: JUEVES 29 DE MAYO

Impotencia

Si de la amplia y rica lengua castellana tuvieramos que escoger un vocablo o palabra para definir el devenir del Real Madrid en los últimos años en lo que se refiere a los enfrentamientos al Sevilla en Nervión, sin lugar a dudas, esta palabra debe ser: IMPOTENCIA.

Tengo muchos recuerdos de enfrentamientos entre el Sevilla y el Real Madrid en Nervión. Es el partido, después del derbi, que más me impresiona y que más disfruto al ganarlo. El recuerdo más difuso que guardo en la mente es aquel partido, creo que del año 75 o 76, en el que Breitner marcó un gol ilegal que fue dado por bueno por el árbitro. El balón entró claramente por el lateral de la red pero ni el colegiado ni el juez de línea quisieron atender a las reclamaciones airadas de nuestros jugadores. Yo tenía 7 u 8 años a lo sumo pero recuerdo perfectametne la bronca que se montó en el estadio. Después de aquello recuerdo un 4-1 en los tiempos de Manolo Cardo con un López inmenso que si no recuerdo mal marcó dos o tres goles. También recuerdo con agrado el debú de Gordillo en el Sánchez Pizjuan con la camiseta del Madrid. Aquel día ni la olió y el onubense Zambrano le volvió loco por su banda. ¿Y que me dicen de aquel mangazo de García de Losa? El Sevilla ganaba claramente por 2-0 y nos anularon por la misma cara dos goles más que hubieran supuesto el 4-0. Fueron marcados por Estella y Dante Sanabria. Finalmente marcó dos goles Valdano, uno de ellos sobre la bocina. La que se armó allí fue de órdago. No puedo olvidar tampoco el 2-0 con Diego Armando Maradona en el césped de la Bombonera de Nervión. Fue sin duda el mejor partido del argentino con nuestra camiseta y yo siempre mantengo que por aquel partido, solo por aquel partido, ya mereció la pena el fichaje. Del Pelusa miretina rojay blanca solo guarda aquella tarde gloriosa.

Pero también hemos tenido muchos sinsabores claro. Hablamos del Madrid. Pero si una derrota me dolió como ninguna otra fue aquel 1-2 con goles de Butragueño a pase de Llorente y sobre todo aquel golazo casi desde Madrid, de libre directo, que aquel perfecto delantero que era Hugo Sánchez le clavó por la mismísima escuadra a Rinat Dassaev cuando ya el reloj marcaba casi el final del partido. Después de ir ganado todo el partido aquello fue un jarro de agua helada. Recuerdo que me quedé sentado al pitar el árbitro con una cara de tonto increible.

Y después de una época para olvidar en la que el Madrid nos ganaba con facilidad llegó esta etapa a la que definimos como IMPOTENCIA. Todo empezó aquel día en el que el Sevilla de Caparrós apisonó a los merengues en 15 minutos. Casi no nos habíamos sentado y un rotundo 3-0 adornaba ya el marcador del estadio. Aquello fue increible realmente. Fue el día de Reyes sin duda. Imagino que los defensas del Madrid y sobre todo el pobre Rubén, que aquel día finiquitó su futuro como jugador de élite prácticamente, deben acordarse aun de aquellas centellas que les pasaban por los lados, que entraban por todos sitios sin saber que hacer.

Hay muchos más recuerdos pero tampoco es plan de recordarlos todos. Aunque no quiero dejarme en el tintero aquella espectacular remontada días después de ganar la primera UEFA. Aquel día fue de éxtasis total.

Yo reconozco que siempre fui antimadridista. Pero igualmente debo reconocer que tras la muerte de Puerta mi consideración hacia el Real Madrid ha cambiado. A mi al menos me dejó impresionado la reacción del club blanco. Su presidente, su director deportivo y los dos capitanes, totalmente enchaquetados, al sol, hasta el último instante en el cementerio de San Fernando. Y no solo eso. Además suspendieron el trofeo Santiago Bernabéu. Lo dicho, un gesto que define a un grande de verdad. A un grande en el que mirarse. Comprendo que a los acomplejados estos comentarios no les gustarán. Pero la realidad es así. Al menos desde aquello siento respeto por ese club.

Ayer una nueva derrota del Madrid y una nueva muestra de impotencia. La primera parte del partido fue espectacular. El fichaje de Keita es una nueva muestra más de los mal gestionados que están a nivel deportivo los grandes equipos españoles. Mucho nombre y poca cabeza. Txiki Beguiristain y Pedja Mijatovic demuestran que no tienen ni idea de lo que se traen entre manos. Gastarse 60 millones de euros en Pepe y Diarrá es para sonrojarse tras ver a Keita y saber que ha costado 4 millones. Increible ¿verdad? La verdad es que los mínimos fallos de Monchi a la hora de fichar quedan totalmente eclipsados por los aciertos.

Por lo demás creo que todavía el Sevilla va a dar más de sí. Un poquito más de grasa en algunos engranajes y la máquina total volverá. Apuntalar la defensa. Veo un acierto pleno mantener a Fazio porque es el futuro. Cuando vuelvan Javi Navarro (si vuelve) y Escudé, Fede Fazio irá adquiriendo galones. Drago a la izquierda, Mosquera de suplente y…… Y Boularohuz a devolverlo al ruso.

Curiosas similitudes entre el fútbol y el tenis. Ayer en Nervión se improvisó un partidillo de tenis o algo que se le parecía entre Pablo Alfaro y la tercera jugadora del ranking mundial. Un equipo que según su técnico es Federer y mira por donde se encontró enfrente a Nalbaldian. Y encima, para que las similitudes sean aun mayores, nos encontramos al entrenador del Madrid rompiendo contra el suelo la raqueta emulando a Jonh McEnroe. Que mal perder tiene el alemán. Ver a un entrenador del Real Madrid llorando, protestando contra los árbitros, es como ver Hamilton protestar contra la FIA. En fin, es cuestión de IMPOTENCIA.

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