ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: JUEVES 29 DE MAYO

Contrastes. Por Paco Galadi

A escasos minutos de ver cumplido un sueño me han venido recuerdos de tiempos pasados. A escasos minutos de ver al Sevilla en un escenario grande, en un escenario para los grandes, me quiero acordar de los momentos tormentosos con nostalgia pero con enorme orgullo. Orgullo porque esta entidad de Nervión sufría una penuria económica que lindaba con la tragedia definitiva y fue capaz de salir adelante con poderío.



Eran tiempos depresivos. Todo lo que rodeaba al Sevilla era tristeza y desesperación. Pero el sevillismo estaba ahí, aguardando, acompañando. Eran tiempos en los que ir un Domingo al fútbol era un acto de fe, de simple apoyo a unos colores. Y es que era un martirio ver aquellos partidos soporíferos.


Ahora estoy a punto de irme con unos amigos a disfrutar del Sevilla más grande que ha pisado los estadios de Europa y miro atrás y compruebo que no hace tanto tiempo. Que fue ayer como quien dice.


Es increible la transformación experimentada por el Sevilla desde que Roberto Alés tomó las riendas del club hasta hoy, con la continuidad en la gestión de José María del Nido.


Rebuscando en un cajón en el que guardo recuerdos, periódicos antigüos, fotografías y otros fetiches sevillistas he encontrado una fotografía que guardé porque realmente era impactante. No se realmente si el fotógrafo cuando la hizo era consciente de lo que hacía. En algún momento pensé que si y eso me dolía porque de ser así la publicación de esta fotografía en Estadio Deportivo iba cargada de maldad.


La fotografías muestra de una manera inigualable la situación tan triste y gris que vivíamos. Ni Goya hubiera plasmado esta triste escena


No tiene desperdicio. En ella se ve a la cúpula del Sevilla del Renacimiento. Ahí pudo comenzar todo. Año cero de la gloria. Vemos a Roberto Alés con Augusto Lahore y un jovencito Monchi sentados en una reunión informal en la ciudad deportiva de la carretera de Utrera. La imagen tiene tela de guasa. Fijaos el cutrerio como rebosa de la escena. Macetas secas mal colgadas en la pared. Sillas de playa oxidadas. Una mesa penosa junto a la pared. Es la típica mesa que nos encontramos junto al contenedor cuando vamos a tirar la basura por la noche. Y pensamos ¿quien será el cutre que tenía esto en su casa joder?


Para colmo fijaos en la margen izquierda de la imagen, junto a la puerta roja. Si, una fregona apoyada en la pared. ¿Y que decir del teléfono verde con el utillero Jaime en plena conversación?


Pues si, era cutre, muy cutre la época. La fotografía se publicó el día 7 de diciembre de 1999. Hace menos de 7 años. 7 gloriosos años.


Ahora en lugar de cutrerio nos rodea el glamour. Me voy que quiero escuchar el himno de la champions.


Benditos contrastes.

No hay comentarios: