ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: JUEVES 29 DE MAYO

La cara de Mosquera

No voy a hacer leña del árbol caido. No puedo. Primero porque me duele demasiado el Sevilla y en las horas bajas es cuando menos puedo criticarlo. ¿Que le voy a hacer? No puedo. No soy como los que se dan golpes de pecho y luego despotrican a las primeras de cambio. Yo prefiero nadar contracorriente y criticar las cosas que no me gustan en los momentos álgidos y dejar el máximo porcentaje posible de comprensión y apoyo para los malos momentos.

Tampoco voy a hacer el ridículo diciendo que la culpa es del árbitro. Esto me parece de acomplejados que creen que el mundo está contra el Sevilla. Tiene que haber de todo en la viña.

Ayer, cuando vi la cara de Mosquera después de hacer el penalti clamoroso e inutil que hizo, no pude más que sentir un profundo acercamiento a la persona y solidarizarme con él. No se podía expresar mejor la desesperación. Su cara era un poema. Me dio tanta lástima su gesto, su impotencia, que sería incapaz de criticarle hoy. Ahora necesita apoyo. Pero apoyo de verdad. Lo que no necesita es que cuando haga unas cuantas cosas bien y vaya entonándose simplemente se diga que está impecable y ahora se le crucifique.

Es una realidad que la defensa hace aguas. Y en esas aguas incesantes de ayer se mueve a la perfección un submarino. En este caso un submarino amarillo que, todo hay que decirlo, tiene este año dinamita arriba y una buena pinta en general que hace situarle como unos de los animadores de la liga.

El partido de ayer se hubiera ganado con la defensa clásica. Con Javi Navarro y Escudé no se hubiera convertido el partido de ayer en una sucesión continua de peligros cada vez que un balón se colgaba en el área. También hay que reconocer que la expulsión de Alves hizo daño.

Y por último, no puedo evitar dejar un perla para la polémica. Sin ella, sin la polémica, este blog no tiene razón de ser Me refiero a que hace mucho tiempo que no veía al Sevilla metido atrás aguantando un resultado. Ni con 10 el Sevilla de Juande Ramos se echaba atrás. Ayer, supongo que por la inseguridad que emanaba la defensa, el centro del campo estuvo más metido atrás que nunca, fue más defensivo que nunca y el Villareal lo aprovechó con una avalancha ofensiva que al final dio sus frutos.

¿Como expresar la sensación que me dejó el partido de ayer? Pues me apunto a la cara de Mosquera.

No hay comentarios: