Buen partido en líneas generales del Sevilla, siendo muy superior al Villarreal, y alcanzando la victoria de manera merecida y justa. Aunque decantado cuando el encuentro languidecía-debió caer del lado rojiblanco mucho antes- y que permite seguir manteniendo viva la ilusión de dar caza a la 4ª plaza del campeonato.
POCA FIABILIDAD EN LA PUNTA DEL TORNEO
Un campeonato, por cierto, que se está volviendo bastante mediocre y en el que los punteros del mismo no tienen ni fiabilidad en los resultados ni desarrollan un juego que enamore demasiado. El Sábado pudimos ver al líder destacado sufrir contra el R.C.D. Mallorca nuevamente por los costados, con un concepto defensivo por las bandas pobre y que hace que sus laterales-que tampoco son un lechado de virtudes defensivas- sufran de manera sistemática ante equipos que les plantean partidos en los pasillos laterales.
El Domingo vimos a un Barcelona reflejo de la pañolada vivida en el Nou Camp. Impotente ante un equipo ultra defensivo, muy replegado y completamente desgastado después de la “machada” de la Copa de la UEFA-el tiempo del que he dispuesto no me ha permitido hablar del Bayern de Munich, aunque no me sorprendió la buena imagen mostrada el jueves por el Getafe-. Pocos argumentos los mostrados por los blaugranas, aunque con empuje y teniendo que haber sido ganadores del partido, que llevaron a su público a mostrar el desencanto ante la mediocre temporada con respecto a la calidad de la plantilla que poseen.
VARIANTES
Volviendo al partido en el Sánchez Pizjuan debemos poner en el haber de Manolo Jiménez las variantes planteadas en el partido. El equipo dominó prácticamente durante todo el transcurso del choque el tempo y el ritmo del mismo. Sobre todo consiguió ser eficiente desde el punto de vista defensivo de manera que fue capaz de mantener la portería a cero por una vez sin sufrir en los balones parados laterales del rival.
El partido iba a demandar una vigilancia importante en los pasillos interiores del terreno de juego y de la aparición entre líneas de los jugadores de banda de mediocampo del Villarreal- Pirés y Cazorla, buscando la diagonal interior-. Y para resolver este aspecto Jiménez ubicó a Fazio como 5 argentino, jugando por delante de la defensa y siendo el encargado de vigilar la zona delantera de la línea de 4 defensas.
Una línea que fue tal, toda vez que tanto Alves como Adriano jugaron unos metros por delante de David Prieto y Mosquera-Prieto más encargado de manejar la zaga y de actuar como hombre libre a las coberturas y Mosquera vigilando la espalda de Daniel y la velocidad en los desmarques de ruptura de las dos balas amarillas en punta-. Un mecanismo defensivo, este de ubicar a los laterales unos metros por delante de los centrales, que se mostró muy eficiente para evitar el juego en diagonal-con y sin balón- de los interiores del submarino amarillo.
Esta fue la primera variante defensiva que pudimos observar. La segunda fue el marcaje individual al que sometió a Marcos Senna el sevillista Seydou Keita. Durante los primeros 20-25 minutos el jugador de Mali se encargó de seguir en marca individual al internacional español para evitar que tuviera presencia en la distribución y salida del balón. Una variante nuevamente efectiva, ya que el brasileño no tuvo incidencia en el juego y el Villarreal lo notó en la fase de ataque de su equipo. Este aspecto posteriormente se dejó de producir según se desarrolló el partido, con el equipo por delante en el marcador.
Por último vimos que durante algunas fases del partido el Sevilla actuó con un mediocampo en triángulo con Fazio por delante de la defensa-vértice inferior- y con Renato y Keita como interiores, de forma que Renato tenía un mayor recorrido ofensivo y Keita se encargaba de las labores de presión en mediocampo. Con el cambio del brasileño por Kanouté, el Sevilla formó nuevamente en 4-4-2 y Keita adelantó en muchas ocasiones su posición para presionar la salida del balón consiguiendo más de un robo peligroso en zonas muy avanzadas.
Pero finalmente el equipo terminó con un 4-1-4-1, donde Poulsen sustituyó a Luis Fabiano para jugar junto a Keita en el triángulo central en mediocampo. Fue un cambio que en la grada no fue visto con muy buen agrado, pero que volvía a situar al equipo como lo había hecho durante muchas fases del mismo, sobre todo porque el marcador-1-0- todavía era incierto y se entendía desde el respetable como un cambio defensivo-más bien era una vuelta a lo que se había estado utilizando durante muchos minutos del choque-.
ASPECTOS POSITIVOS Y TAMBIÉN NEGATIVOS
Daniel Alves fue el hombre clave en el arranque de partido, el futbolista que daba salida al juego y se encargaba de llevar el peso ofensivo. Nuevamente su productiva diagonal con los puntas rompiendo entre centrales le produjo dividendos al Sevilla. Hasta en tres ocasiones en los primeros 18 minutos Daniel realizó ese desplazamiento tan típico-y tantas veces comentados desde aquí- buscando a Luis Fabiano. En el primero falló la precisión, en el segundo Luis caía en fuera de juego, pero a la tercera-y tras un robo en mediocampo en la presión de Daniel- Alves dejaba a Luis Fabiano mano a mano contra Diego López para que le fusilara en el 1-0 que abría el marcador. ¿Cuántos partidos se han abierto por parte del Sevilla a partir de esta conexión?- desde tiempos remotos de Juande se repite de manera efectiva y sistemática, teniendo todos en la memoria el gol que abría la final de Eindhoven como una muestra clara de este automatismo del juego sevillista-.
El equipo mostró un comportamiento defensivo bastante eficiente, con 4 jugadores salidos de la factoría de Utrera en el 11 inicial, y con un David Prieto que realizó bien su trabajo en las coberturas y tratando de manejar la movilidad de la línea defensivo. Vimos a un Capel menos participativo en posesión de balón pero interpretando mejor el juego, arrancando y buscando el juego en profundidad. Queremos ver-yo por lo menos- a un Diego que trabaja de manera indiferente buscando el desmarque de ruptura como el de apoyo, para ser resolutivo en posiciones más profundas de banda.
Sin embargo fallaron algunos aspectos habituales. Costó tener salida de balón en algunas fases del partido, con sólo Daniel Alves clarividente en este aspecto. La pareja de centrales no se mostró tan efectiva con la posesión de balón como sin ella, en muchas ocasiones regalaron el balón o lo lanzaron a la pelea en desventaja. Y falló la efectividad de cara a gol, sobre todo de los hombres de banda que tuvieron alguna ocasión demasiado clara para haber finiquitado el partido antes. Aspectos que eran deficitarios en tiempos pasados y que no se han resuelto con el devenir del tiempo.
Por último comentar que Daniel ha perdido su mecanismo de defensa, toda vez que desde hace mucho tiempo que Poulsen no está tan pendiente de vigilar su espalda y trabajar en su cobertura. Esto debe hacerle entender a Daniel Alves que debe mejorar su retorno defensivo, que tiene que volver más rápido y de manera más eficiente a su posición de lateral. En muchas ocasiones fue Jesús Navas el que tuvo que tapar sus aventuras ofensivas y su lento retorno defensivo. Daniel se sentía muy seguro con Poulsen como escudero, pero ahora que no lo tiene debe cambiar su rol y crecer desde el punto de vista táctico para ser el mejor lateral del mundo-no es el primer partido esta temporada donde Daniel no cumple con efectividad en su nuevo hábitat de juego desde el punto de vista defensivo-.
POCA FIABILIDAD EN LA PUNTA DEL TORNEO
Un campeonato, por cierto, que se está volviendo bastante mediocre y en el que los punteros del mismo no tienen ni fiabilidad en los resultados ni desarrollan un juego que enamore demasiado. El Sábado pudimos ver al líder destacado sufrir contra el R.C.D. Mallorca nuevamente por los costados, con un concepto defensivo por las bandas pobre y que hace que sus laterales-que tampoco son un lechado de virtudes defensivas- sufran de manera sistemática ante equipos que les plantean partidos en los pasillos laterales.
El Domingo vimos a un Barcelona reflejo de la pañolada vivida en el Nou Camp. Impotente ante un equipo ultra defensivo, muy replegado y completamente desgastado después de la “machada” de la Copa de la UEFA-el tiempo del que he dispuesto no me ha permitido hablar del Bayern de Munich, aunque no me sorprendió la buena imagen mostrada el jueves por el Getafe-. Pocos argumentos los mostrados por los blaugranas, aunque con empuje y teniendo que haber sido ganadores del partido, que llevaron a su público a mostrar el desencanto ante la mediocre temporada con respecto a la calidad de la plantilla que poseen.
VARIANTES
Volviendo al partido en el Sánchez Pizjuan debemos poner en el haber de Manolo Jiménez las variantes planteadas en el partido. El equipo dominó prácticamente durante todo el transcurso del choque el tempo y el ritmo del mismo. Sobre todo consiguió ser eficiente desde el punto de vista defensivo de manera que fue capaz de mantener la portería a cero por una vez sin sufrir en los balones parados laterales del rival.
El partido iba a demandar una vigilancia importante en los pasillos interiores del terreno de juego y de la aparición entre líneas de los jugadores de banda de mediocampo del Villarreal- Pirés y Cazorla, buscando la diagonal interior-. Y para resolver este aspecto Jiménez ubicó a Fazio como 5 argentino, jugando por delante de la defensa y siendo el encargado de vigilar la zona delantera de la línea de 4 defensas.
Una línea que fue tal, toda vez que tanto Alves como Adriano jugaron unos metros por delante de David Prieto y Mosquera-Prieto más encargado de manejar la zaga y de actuar como hombre libre a las coberturas y Mosquera vigilando la espalda de Daniel y la velocidad en los desmarques de ruptura de las dos balas amarillas en punta-. Un mecanismo defensivo, este de ubicar a los laterales unos metros por delante de los centrales, que se mostró muy eficiente para evitar el juego en diagonal-con y sin balón- de los interiores del submarino amarillo.
Esta fue la primera variante defensiva que pudimos observar. La segunda fue el marcaje individual al que sometió a Marcos Senna el sevillista Seydou Keita. Durante los primeros 20-25 minutos el jugador de Mali se encargó de seguir en marca individual al internacional español para evitar que tuviera presencia en la distribución y salida del balón. Una variante nuevamente efectiva, ya que el brasileño no tuvo incidencia en el juego y el Villarreal lo notó en la fase de ataque de su equipo. Este aspecto posteriormente se dejó de producir según se desarrolló el partido, con el equipo por delante en el marcador.
Por último vimos que durante algunas fases del partido el Sevilla actuó con un mediocampo en triángulo con Fazio por delante de la defensa-vértice inferior- y con Renato y Keita como interiores, de forma que Renato tenía un mayor recorrido ofensivo y Keita se encargaba de las labores de presión en mediocampo. Con el cambio del brasileño por Kanouté, el Sevilla formó nuevamente en 4-4-2 y Keita adelantó en muchas ocasiones su posición para presionar la salida del balón consiguiendo más de un robo peligroso en zonas muy avanzadas.
Pero finalmente el equipo terminó con un 4-1-4-1, donde Poulsen sustituyó a Luis Fabiano para jugar junto a Keita en el triángulo central en mediocampo. Fue un cambio que en la grada no fue visto con muy buen agrado, pero que volvía a situar al equipo como lo había hecho durante muchas fases del mismo, sobre todo porque el marcador-1-0- todavía era incierto y se entendía desde el respetable como un cambio defensivo-más bien era una vuelta a lo que se había estado utilizando durante muchos minutos del choque-.
ASPECTOS POSITIVOS Y TAMBIÉN NEGATIVOS
Daniel Alves fue el hombre clave en el arranque de partido, el futbolista que daba salida al juego y se encargaba de llevar el peso ofensivo. Nuevamente su productiva diagonal con los puntas rompiendo entre centrales le produjo dividendos al Sevilla. Hasta en tres ocasiones en los primeros 18 minutos Daniel realizó ese desplazamiento tan típico-y tantas veces comentados desde aquí- buscando a Luis Fabiano. En el primero falló la precisión, en el segundo Luis caía en fuera de juego, pero a la tercera-y tras un robo en mediocampo en la presión de Daniel- Alves dejaba a Luis Fabiano mano a mano contra Diego López para que le fusilara en el 1-0 que abría el marcador. ¿Cuántos partidos se han abierto por parte del Sevilla a partir de esta conexión?- desde tiempos remotos de Juande se repite de manera efectiva y sistemática, teniendo todos en la memoria el gol que abría la final de Eindhoven como una muestra clara de este automatismo del juego sevillista-.
El equipo mostró un comportamiento defensivo bastante eficiente, con 4 jugadores salidos de la factoría de Utrera en el 11 inicial, y con un David Prieto que realizó bien su trabajo en las coberturas y tratando de manejar la movilidad de la línea defensivo. Vimos a un Capel menos participativo en posesión de balón pero interpretando mejor el juego, arrancando y buscando el juego en profundidad. Queremos ver-yo por lo menos- a un Diego que trabaja de manera indiferente buscando el desmarque de ruptura como el de apoyo, para ser resolutivo en posiciones más profundas de banda.
Sin embargo fallaron algunos aspectos habituales. Costó tener salida de balón en algunas fases del partido, con sólo Daniel Alves clarividente en este aspecto. La pareja de centrales no se mostró tan efectiva con la posesión de balón como sin ella, en muchas ocasiones regalaron el balón o lo lanzaron a la pelea en desventaja. Y falló la efectividad de cara a gol, sobre todo de los hombres de banda que tuvieron alguna ocasión demasiado clara para haber finiquitado el partido antes. Aspectos que eran deficitarios en tiempos pasados y que no se han resuelto con el devenir del tiempo.
Por último comentar que Daniel ha perdido su mecanismo de defensa, toda vez que desde hace mucho tiempo que Poulsen no está tan pendiente de vigilar su espalda y trabajar en su cobertura. Esto debe hacerle entender a Daniel Alves que debe mejorar su retorno defensivo, que tiene que volver más rápido y de manera más eficiente a su posición de lateral. En muchas ocasiones fue Jesús Navas el que tuvo que tapar sus aventuras ofensivas y su lento retorno defensivo. Daniel se sentía muy seguro con Poulsen como escudero, pero ahora que no lo tiene debe cambiar su rol y crecer desde el punto de vista táctico para ser el mejor lateral del mundo-no es el primer partido esta temporada donde Daniel no cumple con efectividad en su nuevo hábitat de juego desde el punto de vista defensivo-.
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