Si yo fuera Kanouté no hubiera venido. Me habría quedado en Mali. Pocas veces he podido ver a personas tan íntegras dentro de la puta selva del fútbol. Una persona que renunció a jugar con Francia porque piensa que su país, su continente, necesita referentes que puedan empujar desde posiciones más privilegiadas en aras a mejorar la vida en esa tierra. Una persona de las que merecen mucho la pena. Ya digo, un mirlo blanco en este mundo del balón lleno de mentecatos, de hipocresía, de mediocres, de repugnancia.
Lo que la FIFA ha hecho con Mali es decirle a la cara a Africa: “Sois escoria, sois el cubo de la basura del mundo”
Ellos ya saben que lo son y por eso gente como Kanouté luchan para que algún día dejen de serlo. Pero desde el mundo “civilizado” períodicamente se le recuerda lo que son y que nunca saldrán de ahí.
Mañana en el Sánchez Pizjuan correrá por el césped un cuerpo vestido de futbolista. Pero será un cuerpo sin alma porque el alma estará en África. Mañana, cuando Kanouté falle un pase, los mentecatos e hipócritas le silbarán. Mañana asistiremos a un ejercicio de hipocresía inmenso, asqueroso. El interés por ganar un partido de fútbol ha masacrado a mucha gente. Porque lo grave de este asunto no es que Mali gane o pierda. Lo realmente grave es la humillación a la que se ha sometido a todo un continente como es Africa. Luego se hacen campañas y partidos de soldaridad. “El fútbol con África”, “Métele un gol al hambre”. ¡¡¡¡Y una mierda!!!!. Todo hipocresía.
Yo estoy muy avergonzado con todo esto. Ha sido la constatación más contundente del egoismo reinante en nuestra sociedad. Ni un ápice de cordura. Ni una maldita declaración con aroma a respeto. Nada de nada. El interés propio siempre por encima de todo, de todo incluida la dignidad.
Si Brasil se jugara el sábado la clasificación para la Copa América ¿habría hecho la FIFA lo mismo? No, claro que no, porque Brasil es una potencia mundial. Una potencia mundial en fútbol claro porque para otras cosas no está muy lejos de Mali.
El mundo es así, insolidario. No tiene solución. Y la parte más insolidaria se encarga puntualmente de dilapidar las ilusiones de personas como Kanouté que luchan, que aportan su granito de arena para dar esperanza a los deprimidos.
África no existe más que para lo que interesa. Seguramente los tiburones que se han movido en altas esferas para que vuelvan los jugadores africanos y dejar así tirado a todo un país irán de vez en cuando a realizar safaris de placer a esa tierra, igual que Franco venía de cacería a Andalucía y nada más.
Mañana en el Sánchez Pizjuan, cuando mire a Kanouté, intentaré imaginar en que estará pensando. Mañana seguramente muchos de los que compraron papeletas aquel día en el que Kanouté puso en marcha aquella iniciativa para construir un hogar para niños desprotegidos solo pensarán en como va el Madrid o el Barcelona y nadie pensará en lo que realmente ha sucedido. Cuando rueda el balón la inteligencia, el respeto, la cordura y la dignidad son expulsadas de manera inmediata con tarjeta roja directa.
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