ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: JUEVES 29 DE MAYO

APUNTES DE UN FIN DE SEMANA MUY INTENSO

HABEMUS CAMPEÓN

Se resolvió la Liga, aunque esto no sea noticiable. Sólo faltaba conocer la fecha en la que se produciría el alirón blanco, toda vez que no tuvo el equipo de Concha Espina un rival al que tener que vigilar durante la temporada, por lo que el campeonato nacional de Liga no presentó demasiada emoción en este curso futbolístico.

Ganó la Liga el Madrid en tierra hostil, en un campo donde no es bien recibido, ante un equipo que se jugaba la vida para tratar de evitar el descenso. Y lo hizo con la determinación con la que ha ganado tantos y tantos partidos esta temporada y mostrando nuevamente una virtud casi sobrenatural, su capacidad para decantar los partidos a su favor casi cuando desea, incluso en situaciones bastante adversas- abajo en el marcador, con uno menos y con Heinze fuera del campo por un corte en la mano- como ocurrió ayer. Mostró nuevamente que posee una marcha adicional al resto de equipos y que cuando la utiliza, rara es la vez que no decanta a su favor los encuentros.

Este ha sido el devenir de toda la Liga. Una Liga que la ganó el equipo que tuvo mayor intensidad y ritmo de juego. Sobreponiéndose a situaciones complicadas y ganando casi todos los partidos top del campeonato como demuestra el echo de haber sido capaz-salvo en el Sánchez Pizjuan-de salir vencedor en todos los enfrentamientos con los 5 equipos que le persiguen. Nadie puede negar que este R. Madrid ha sido el mejor equipo del campeonato pese a tener carencias importantes, sobre todo desde el punto de vista táctico defensivo.

Otra cuestión sería analizar el nivel de esta Liga, donde supongo que casi todos llegaríamos a la misma conclusión: Abunda la mediocridad. Pero eso no debe restar ningún ápice de mérito al campeón.

Sólo queda felicitar al R. Madrid por esta temporada que ha llevado a cabo. Y agradecer a Sergio Ramos su enorme detalle en la celebración del título madridista, con una enorme referencia a Antonio Puerta.




EN SEVILLA LA HISTORIA ES MUY DIFERENTE

Tarde de mucho calor en el Valle del Guadalquivir. Durante el transcurso del partido a uno le da la sensación de haber retrocedido muchos años atrás. Por suerte para los sevillistas, desde el ascenso a Primera División del equipo, los finales de Liga de los últimos años han tenido al equipo como protagonista de bonitas disputas por objetivos importantes.

Sin embargo, el devenir del encuentro disputado frente al Valladolid recordaba a los pasados tiempos del “otro año igual” conocido en el barrio de Nervión: Partido de final de Liga bajo el sofocante calor sevillano en el que hay poco o nada en juego. Nada más lejos de la realidad, la situación es de nuevo de disputa de objetivo importante, aunque el ritmo y la intensidad del equipo parecían querer demostrar que esto no era así.

El partido no tuvo demasiada historia, el equipo de Mendilibar no puso mucha resistencia y el Sevilla se colocó 2-0 en el marcador casi sin despeinarse. El único hecho reseñable fue la demostración por parte de Renato de que tiene sitio en este equipo para ser un jugador que marque las diferencias como segundo punta. Pese a que no haya sido utilizado todo lo que sus demostraciones de fiabilidad han dejado patente.

El resultado fue positivo, pero las sensaciones y el comportamiento del equipo no lo fueron tanto. Vimos un Sevilla apático, dejando para mejor ocasión el verdadero fútbol que tiene dentro y sin tener el control del partido en ciertos pasajes del encuentro.

Comenzaron bien los hombres de banda-las bandas de la carretera de Utrera como se les conocen en la ciudad a Navas y Capel-. Encontraban desborde en el uno por uno, aunque fallaba el centro al área-nada nuevo- y la presencia en área de varias opciones de remate -tampoco nada extraño-o en zona de rechace- esto aún menos novedoso-. Pero se fueron diluyendo bajo el calor de la tarde sevillana, sobre todo tras el 2-0 en el electrónico.

Lo menos positivo fueron las sensaciones defensivas que mostró el equipo. Si bien en ataque el equipo no tuvo demasiado ritmo ni intensidad, la calidad individual resolvió el partido, pero defensivamente-pese a no sufrir excesivamente- el equipo distó de estar correcto.

La segunda parte mostró un equipo flojo en la transición defensiva, con muchos jugadores que tardan un mundo en regresar a sus posiciones y partido en un 5X5 en el repliegue-5 se quedan defensivamente, 5 atacan pero bajan al trote-. En este aspecto destacó negativamente Daniel Alves, al que le costó un mundo recuperar la posición durante muchos minutos. También se observó una línea defensiva no muy coordinada, con problemas en la basculación- o muy basculada o nada basculada-, no entendiendo demasiado bien que hacer, algunos achican otros no, y con nula capacidad para salir junta a provocar el fuera de juego rival. El equipo ha perdido calidad defensiva, en gran parte achacable a las bajas o mal momento de jugadores importantes en ese aspecto, pero no se debe tapar todo con este importante hecho. Tácticamente no es el equipo de no hace demasiado tiempo desde el punto de vista defensivo, anda muy lejos de serlo.

Tema aparte están las decisiones de Manolo Jiménez, del que no me gustaría hablar hasta terminada la campaña, aunque hoy merece una somera reflexión. La inclusión en el 11 inicial de Escudé era apuesta arriesgada, como el mismo reconoció en rueda de prensa. En el partido más asequible de las 4 finales que quedaban arriesgó con su presencia y lo perderá para los dos transcendentales encuentros con los equipos verdiablancos del campeonato esta semana. David Prieto estaba en un buen momento y el riesgo tomado se demostró equivocado.

Otra decisión que creo que no terminados de entender muchos fue prescindir de Maresca con marcador a favor. El italiano proporciona pausa, salida de balón y control del juego. En un partido dominado en el marcador es cuando se hace más importante su presencia para matar el partido con posesiones largas y poco desgaste del equipo. Sin embargo Jiménez lo sacó de campo y hasta la entrada de Koné el Sevilla perdió la posesión y se replegó excesivamente.

Para seguir soñando necesitamos que el equipo vuelva a mostrar la versión más cercana a su verdadero nivel. Esta semana trae dos enfrentamientos de máxima tensión, como visitante y ante equipos complicados. Hay que darlo todo para optar, al menos tímidamente, al objetivo Champions aunque el equipo no esté al nivel esperado en estos momentos por todos . Quizá se dejaron escapar demasiadas ocasiones y se termine pagando, aunque el rival-el Atlético de Madrid- tiene la misma fiabilidad o menos aún que el Sevilla, por lo que la esperanza queda abierta.

Eso sí, siempre y cuando el equipo muestre mejor cara que la de las últimas semanas.

EN EL RESTO DE EUROPA

Se juega esta tarde-a las 17:00 por teledeporte- un partido vital para definir la Premier. El Manchester United cumplió el sábado ante un pobre West Ham, con participación estelar nuevamente de C. Ronaldo, y le pasa la presión al Chelsea para el encuentro de hoy frente a Newcastle. No debería pinchar el equipo de Grant ante un rival anodino y lejano al nivel de la plantilla que maneja por lo que todo se debería decidir el próximo fin de semana.

En Alemania el Bayern se proclamó campeón, algo que ya se conocía de antemano. Muchas similitudes ha tenido esta Bundesliga con la Liga española, un líder sólido que no enamora pero que no encuentra rivales que le hagan sombra.

En Francia, el Lyon buscaba el séptimo cielo-como titulaba Le Equipe en la previa de la jornada-, su séptima liga consecutiva. Pero la situación se aprieta. Vimos un partido entretenido-sobre todo en la primera parte- en la Costa Azul entre Niza y Lyon y en el que el equipo de Gerland mereció la victoria-dos tiros a los palos- pero que terminó empatado a 0. Las miradas en este partido recaían en dos jóvenes delanteros, uno ya consagrado como Benzema-que nos dejó un jugadón marca de la casa, arrancando con enorme potencia y recordándonos a Ronaldo Nazario de Lima- y otro que debería empezar a reclamar la atención de los ojeadores como Modesté- un magnífico jugador de espaldas y que tiene un primer toque en ese arte excepcional pero que debe crecer en la definición-.

Anoche el Burdeos de Laurent Blanc ganaba en el Velodrome de Marsella y comprimía la punta de la clasificación como no se recordaba en Francia en mucho tiempo. Habrá emoción en el final de liga galo, algo que muchos no sabían ni lo que era. Sólo dos puntos tiene de ventaja el equipo de J.M. Aulas sobre el Girondis a falta de dos jornadas.

En Italia vimos una de las mejores versiones del Milán de toda la temporada. Había derby de la Lombardia que podía llevar al Inter. a su tercer Scudetto consecutivo y de paso darle un golpe importante a su eterno rival de cara a no jugar la próxima Champions. Los de Ancellotti fueron superiores, manejaron el partido y ganaron con justicia 2-1. Mientras, la Roma, muy rácana en gran parte del partido, se desmelenaba en el final de su encuentro en Génova para ganar 0-3 a la Sampdoria que perdonaba algunas ocasiones importantes. Habrá emoción por el título, 3 puntos separan a Inter. y Roma en las dos últimas jornadas.

En Cagliari, el equipo revelación de la segunda vuelta ganaba bien a una Fiorentina a la que se le caen en la misma semana todos los sueños de grandeza. Tras jugar contra Sampdoria y Cagliari en Liga, ha dilapidado los 4 puntos de ventaja que tenía sobre el Milán y se coloca 5ª tras el equipo lombardo, que sería extraño que perdiera la 4ª plaza en estas dos jornadas. Además se quedó sin final de UEFA por su inoperancia rematadora ante el Rangers, que le apeaba en penaltis de la competición. Malos momentos en Florencia tras una temporada para enmarcar que no se finiquitará al nivel de lo mostrado todo el campeonato.

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