A la baja. Por Paco Galadi

Es cierto que el fútbol es un estado de ánimo. Y ese estado de ánimo sube y baja como la bolsa. Hoy estoy a la baja. Hoy es de esos días en los que Dow Jones sevillista lo tengo un tanto negativo.

Estamos cerca de jugarnos el futuro inmediato. Sobre todo la previa de la Liga de Campeones. Se celebra hoy el sorteo y nos toca uno de los peores rivales que nos podía tocar. Y no lo digo principalmente por su nivel futbolístico. Se trata de otros factores igualmente importantes. Por ejemplo, el ambiente. No es lo mismo un equipo de una ciudad sin mucha tradición futbolística a la que el desplazamiento de sevillistas sería mayor seguro que a Atenas. Ir a Atenas es un viaje precioso pero para ir de turismo. Para ir al fútbol la cosa cambia. La afición radical griega ahuyenta a muchos aficionados y el ambiente que se generará en el estadio del AEK será muy negativo para nuestros intereses. Por otro lado, el hecho de que el entrenador del AEK de Atenas sea Serra Ferrer no deja de ser un handicap más. Sin venir a cuento nos hemos metido de repente en una especie de “derbi” sevillano que, evidentemente, no favorece para nada nuestros intereses. Por lo tanto el sorteo ha sido jodido. Sería un “tragedia griega” no pasar ese corte.

Y en estos momentos en los que se acerca lo que se acerca nos vemos metidos en un culebrón con el tema Daniel Alves. El jugador haciendo declaraciones de las que no gustan a la afición. Es señal inequívoca de que se va. Esto forma parte de la maquinaria de la “operación traspaso”. Declaraciones del jugador que pretende irse perfectamente encaminadas e intencionadas para que el vendedor tenga siempre la excusa típica y tópica del: “cuando un jugador quiere irse…..”

Y una cosa está clara, Daniel Alves es insustituible y por ello, con su marcha, el Sevilla pierde calidad a raudales. Pero en cantidades industriales.

Si a esto le sumamos la rodilla de Javi Navarro, la marcha de Drago, las historias de Jesús Navas o los malor rollos entre Juande y Del Nido, la verdad es que hoy tengo un día a la baja.

Mantendré la esperanza para mañana porque la bolsa sube y baja de un día para otro.